
BIENVENIDAS A LA VIDA MAZORQUITAS, UN CUENTO POR MARÍA CACAO
Érase una vez la historia de las Mazorquitas. Desde aquel pueblo del que nadie se acordaba de su nombre, (ejem, ejem, la Roma Norte) estaban situadas antes de llegar a la Vida un grupo de Mazorquitas. Era un taller, como cualquier otro, en un día, diferente a los demás, cuando a esa aquella señorita se le ocurrió mezclar Cacao. Invadida por la plaga exquisita de la nostalgia, procedió a hacer pruebas sin saber si sería posible la formación de la Vida. ¿Será desde cero? ¿Qué puede uno volver a nacer? Y entonces, de repente, la casa se llenó de esperanza, como el cerebro desatrofiado que de pronto aprende a mirar de cualquier otra manera. “El datil” “La miel” Claro! Que se pongan de acuerdo con el Cacao.
Y así, comenzó a fraguarse una masa, única y patentable, que permitiría formar a mano las famosas Mazorquitas. La mezcla era calientita, como las mejores cosas de la Vida, y la danza entre los ingredientes comenzaba a acelerarse. Se sobaban unos a otros, casi permitiendo hacerse el amor, y sí, entre tres. Todos revueltos, sudados, el cacao gimiendo y el dátil suspirando, revolcados en placer. La miel formaba parte, como con una ternura melosa, casi nefasta, como suele serlo cuando uno derrama tanta miel. Lograba acariciar de nuevo, suavecito a sus preciosos ingredientes, y vaya que se ponían de acuerdo, estremeciéndose en placer.
Había llegado la hora, ya que estaban todos mezcladitos, de agregar el toque final, el final feliz, (pero todavía no terminamos) el momento que todos estaban esperando, la chispa que crea la Vida, el placer que duele, la culminación de los personajes, el volverse dos en uno, o en este caso tres en uno, el formar parte, por un segundo nada mas, de lo que vendría apareciendo en nuestra situación humana, como la verdadera esencia de Dios. (Y si, todo esto describe el orgasmo) que forman los tres ingredientes al ponerse en contacto con la Sal Rosa del Himalaya, que es la especialidad de la receta, la que hace al cacao mas cacao y a la miel y al dátil menos simples ingredientes y mas elementos participes en la creación de la Existencia.
De a 12 gramos cada una, primero en bolita, amasándose, como el feto en el vientre de la madre, cuando se le van formando de la nada los ojos, creándosele la vida, la conciencia, pero aun no tiene cerebro. Así cada Mazorquita, iniciando su despertar, comenzando a sentir su deber ser. Contemplando sin pensar aún, en el sentido de su existencia.
Va la forma ovalada, imitando a la mazorca real, la forma, curiosamente, de la vida misma, y como semillas pero de Cacao, se van formando como si fuesen pequeñas vaginas, con labios y clitorises y vulvas. (Pero estas en verdad, si completamente comestibles)
Entra como un rayo de luz, el regalo de la conciencia, mientras despierta cada una, como las flores que abren en primavera y el viento que resopla dándole aliento a los árboles en el invierno.
Bienvenidas a la Vida, Mazorquitas.
1 comentario
Precio del cacao y datiles
Garmendia Irma
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